El músico sueco Kristian Matsson , o lo que es lo mismo, The Tallest Man on Earth, llegó a mí por casualidad alrededor del año 2008, a través de una lista de ipod de un amigo de la facultad. No sé si fue por el curioso nombre pero me llamó la atención y escuché sus canciones, para sorprenderme aún más y gratamente al descubrir que la voz me resultaba similar, y es que era el mismísimo Bob Dylan reencarnado, salvando las distancias, pero con tintes similares en cuánto a la voz y sonido se refiere.
La primera vez que lo vi fue en un Primavera Sound, concretamente el del año 2009, tocando con su banda a la hora del atardecer, fue mágico ya que se unieron dos de las cosas más bellas y que más me alucinan de éste mundo, un atardecer y la música…
Ésta vez el bolo fue en otro formato, en solitario, sin su banda y actuando en un recinto cerrado, como es la Sala Barts de Barcelona.
La puesta en escena brutal, su outfit, todo iba perfectamente coordinado. Nada más aparecer en el escenario nos sorprendió con un solazo de guitarra para empezar inmediatamente con una de sus míticas canciones. Me encantó especialmente porque además de tocar sus últimas canciones, no se olvidó de las letras que le hicieron llegar a más corazones como “ The Gardener”, “Love is All”, «I Won’t Be Found», o «King of Spain».
Como la mayoría de los artistas, también Matsson se le ve con ése punto de locura, que lo demuestra en sus conciertos.Pero es precisamente ésa locura la que le hace tremendamente especial. Y al final con ése toque folkie tan rodeado de tristeza, melancolía y nostalgia. Que se aprecia en todas sus canciones, letras y melodías.
Si no lo conocéis ,os lo recomiendo fervorosamente. Quizás es un estilo de música que no suelo escuchar cada día, porque necesito en vena pildorazos alegres, sixties, ochenteros, de los 90, actuales ,me da igual la época,(Va en función del momento) Pero alegres y optimistas. Con ésos riff de guitarras que tanto me apasionan. Baterías vigorosas y sonido electrizante y cañerito. Aunque de vez en cuando, para entrar en mi yo más interior, o en los momentos de meditación me gusta escuchar a tipos como The Tallest, Bon Iver o James Vincent McMorrow entre otros cracks. A James también lo vimos en la misma sala y fue un placerazo, aunque sin duda con el concierto folkie con el que me quedo para la lista de bolos memorables es con el de Bon Iver al que vimos en Poble Espanyol un mes de Julio del año 2012 aproximadamente. Fue alucinante. Veremos a ver cómo se portan Mumford&Sons a los que si todo va bien, veré actuar el próximo mes de Abril en el Palau Sant Jordi. Éstos ya son palabras mayores.