El día 23 de Abril está marcado de una manera muy especial en mi calendario por tres motivos. Uno porque se conmemora el día de Aragón, en homenaje a San Jorge como patrón de la comunidad, el día de mi tierra, la que me vió crecer. El segundo motivo es porque se celebra el día del libro y el tercero es la Diada de Sant Jordi en la ciudad condal, ciudad en la que ya sabéis, resido, uno de los días más alucinantes para vivir en la capital Catalana.No sólo porque nos regalamos libros y rosas, la tradición y la historia ya os la sabéis, no entraré en detalles, sino porque las calles se engalanan de gente sonriente y feliz. Y no es muy habitual hoy en día ver rostros alegres asistiendo a sus puestos de trabajo. Como decía Oscar Wilde, con libros y flores, ¿Quién no puede ser feliz? ¿Hay algo más bonito? Y eso se nota en el ambiente y en el semblante de la gente. A pesar de que es un día laboral, todos respiramos ése ambiente de fiesta, como cuando asistías a tu último día de cole, sabiendo que era el final y lo que eso conllevaba.
En Sant Jordi se programan en la ciudad condal multitud de actividades relacionadas con la lectura, y todos salimos a las calles en busca de ése libro pendiente de leer, o simplemente hojear tranquilamente en las librerías. Una de las actividades más aclamadas, es sin duda, las numerosas firmas de libros que tienen lugar durante toda la jornada, de escritores nóveles y conocidos, pero también y desde hace algunos años, en el reciento de la antigua fábrica Estrella Damm se organiza la jornada «Sant Jordi musical» . La entrada es gratuita hasta completar aforo, y durante todo el día puedes disfrutar de conciertos, djs, market musical, fooftrucks, en un entorno único. Ayer fue el turno de Ramon Mirabet, (No le perdáis la pista), The Penguins, entre otros y djs como Miqui Puig, al que vi hace unos años y me encantó su sesión. No paré de bailar temazo tras temazo indie. Os lo recomiendo si no habéis estado nunca.
Hablando de música, ayer le tocó el turno a la gran dama del rock, Christina Rosenvinge. Os cuento. Rosenvinge, ha escrito su primer libro, llamado DEBUT y ayer participó de la jornada firmando sus ejemplares en diversos puntos de la ciudad.
Un selfie muy divertido. Pese a su semblante rockero, es un amor.
Terminé el día, perdiéndome entre librerías y rincones de lectura bonitos, ésos que te hacen soñar , como un buen libro. En mi barrio hay varios lugares de éstos, como la librería Barra Libre, con una barra de bar incluida, o la librería L’inexplicable. Larga vida a la lectura señores.
