Apoteósico, descomunal, brutal, colosal…El jueves pasado Leon Benavente reventaron la Sala Apolo, no sólo de público, sino de energía, la que sólo ellos son capaces de transmitir en sus impecables directos. Un cañonazo para nuestros sentidos. No sólo por el rugir de sus instrumentos, la clase y la garra de Abraham Boba, que hipnotiza e irradia en el escenario. La maravillosa simbiosis entre todos sus miembros, todos indispensables y alucinantes. Aquello fue vivir el éxtasis más dulce pese a la acidez de sus letras y sonidos, fue una bajada a los infiernos. Posiblemente el concierto más increíble del año. «No son leones, pero saben rugir.»
Bihotza se encargó de calentar motores a una sala expectante , sorry, no llegué tan pronto y no os puedo contar. Lo que sí os puedo explicar y era lo esperado es que los leones abrieran con Cuatro monos, la canción que da la bienvenida al álbum «Vamos a Volvernos Locos», la que empieza en un día claro y termina en una tormenta despiadada.» Un día más buscando emociones fuertes
Una vez más el deseo de estar aquí…» La elección del setlist inmejorable. Aunque sea una gira presentación de su nuevo trabajo, todos esperamos «Ser Brigada, California, Tipo D, Estado Provisional, La Ribera, etc» . Esos temas con los cuales nos enamoramos de la banda, por cierto compuesta por músicos excepcionales que acompañan a Nacho Vegas en sus giras. Así que nos dieron lo nuestro. Tocaron la mayoría de temas de Vamos a Volvernos Locos, pero también canciones del primer disco y de 2, dejando para el final dos joyas eternas. Gloria y Ser Brigada. No podrían haber cerrado mejor un bolo descomunal, a todos nos voló la cabeza. Y todos caímos rendidos ante un Abraham Boba apasionante. Perdonad que incida en él, pero es de esos tipos misteriosos e inquebrantables, tipo Jagger o Iggy Pop. ¿Habrán pactado con el diablo? En realidad Abraham se llama David Cobas , un concierto de Lagartija Nick le impactó tanto cuando aún era un chaval que siempre quiso formar su propia banda de rock, y no sólo eso ha conseguido, sino que además es todo un showman en el escenario.
En ésta gira es ya habitual que en algunas ciudades como ocurrió en Madrid con Tulsa, participen artistas, que, como ella, han colaborado en el disco (Mano de Santo). En Barcelona vivimos la sorpresa y aparición estelar de María Arnal (Coros en Como la piedra que flota) y Marcel Bagés.
Leon Benavente es un huracán, un torbellino, un chorro de agua fría para despertarte de una vez y decirte que la vida no es de color de rosa, que eso que nos han vendido, no existe. Que despiertes de la burbuja en la que te han hecho creer, que salgas de tu zona de confort y que te tires al vacío sin cuerdas. Ellos son un golpe encima de la mesa para expresar el hartazgo de la sociedad, lo putrefacta de la política, el poder y el dinero. Una vez que Leon Benavente te golpea en el corazón, no puedes salir de sus garras. Lo único que eché en falta en Barcelona fue un doblete como hicieron en otras ciudades, estoy segura que hubieran conseguido otro sold out.
Para resumir todo lo que allí vivimos acabo con un fragmento de la ya mítica «Ayer Salí», de su último álbum, estoy segura que será uno de los himnos generacionales, tal como fue Gloria, Ser Brigada, Ánimo valiente o Aún no ha salido el Sol.
«Es el circo y las fieras,
Es la tribu unida en una fiesta…..»